Querid@ Juliel:
No quisiera tener que decir adiós antes siquiera que me oigas el hola, así que nos quedaremos en un hasta pronto. En el tintero quedan miles de días llenos de cuentos, sonrisas y vuelos entre sueños; quedan sujetos en el alma todas esas ideas, los proyectos, y tantas otras aventuras que habría querido vivir contigo sobre mis hombros. Podría haberte explicado todos los tesoros del mundo, por mucho que nos los quieran disfrazar con estrés y problemas que nos alejen de lo único que hay que conseguir en la vida: ser feliz. Quisiera que entendieras que las lágrimas no siempre corresponden al dolor o a la tristeza, que las noches no siempre siguen a los días, que el tiempo no va siempre hacia adelante, o que las esperas no tienen por qué desembocar en impaciencia. También quisiera el mundo entero se parara hasta que llegaras, aunque seguramente seguirá igual cuando decidas aceptar la nuestra invitación.
No te preocupes ni te apresures Juliel, cada momento tiene su tiempo, y ya sabes que la puerta de nuestra casa sigue abierta y la puedes visitar siempre que quieras. Nunca te olvidaremos, y cada luna te invocaremos con todo el amor del mundo.
Eternamente, RYM.
3 comentarios:
Bella carta, emotivo momento.
Un abrazo quillo!
que vuelva juliel! :)
bonita carta, como dice carlos, y perfectamente acompañada por clapton.
un saludo.
Eres genial, Marcos. Me gusta tu fuerza.
Y no te preocupes, mereces tanto, tantísimo que no sabría expresarlo, pero llegará. Tendrás todo lo que quieres y me harás reír cuando me mandes fotos de todos estos momentos de tres que están por venir.
Un abrazo muy grande para ti y para Raquel.
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