Es encantador estar escribiendo mientras te oigo respirar, dormidita, a mi lado. Qué incertidumbre, no saber si podré contenerme a la hora de acariciarte en este momento, ni si esa caricia te arrancará de ese mundo de sueños de donde he acabado por salir para hacerme real. Ya hace calor, pero la manta sigue siendo tu inseparable compañera, una segunda piel, un último refugio.
Tanto calor, que cualquiera recuerda el invierno que hemos pasado. Que sean muchos más, sobre todo escuchando a la paz bailar al son de tu respiración.
¿Un abrazo?
7 comentarios:
Que emotivo Reithor
Que sean muchas las palabras escritas bajo el manto de la inspiración
Un abrazo que dure mil inviernos.
venga vale, un abrazo así de largo me parece bien :)
Ooooh! Qué bonito! Raquel, duerme más que así Marcos escribe aunque sean unas líneas ;P
Si duermo más va a pasar a ser hibernación! :D
Esos sí que son los llamados instantes eternos, o al menos la eternidad debería tener instantes así.
Y siiii que llegue el verano de una vez que desde noviembre está el invierno en plan numantino "deaquínomevoy"! :)
Pasaba por aquí... Bueno, en realidad no, he pasado a propósito.
Un saludo,
Argos, digo R2D2
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