Non mais Xoroi

Una nube maldita, oscura, cargada de rayos y truenos se te ha agarrado encima, como uno de esos espíritus que salieron en Ghost se te ha quedado colgado del alma, quedándo apesadumbrada y alicaída. El sol no brilla como debería, el cantar de los pájaros molesta, y las costillas menguan para asfixiar ese corazón libre y grande, sin dejarle respirar todas esas emociones que le regaron e hicieron crecer hace tan poco... y hacer que la vida pase sin vivirla, sólo sobreviviéndola, un día tras otro, hundiéndose como Artax en el barro para desesperación de un Atreyu que se quedó solo.

Estas nubes que llenan de apatía y tanto cuesta quitarse de encima son lo peor que nos puede pasar, hacen que las manos que te ofrecen para salir del pozo, ni las veas, y si las ves te parece que no van a ayudar a cambiar nada, y todo carece de sentido. Pero lo cierto es que, tras esas nubes, lo más importante sigue estando ahí, y por mucho que las nubes acaben por transformarse en la peor de las tormentas, las torrenciales lluvias acaban por llevarse todo lo malo hasta el mar, y un buen día el sol vuelve a brillar. Nunca llueve eternamente.

Así que, para los días grises, te mando todo el cariño trans-oceánico que te pueda llegar, un montón de abrazos (de los buenos, de esos que sientes cómo cada músculo se te relaja y te acabas fundiendo con tu propia respiración, descubriendo lo profundos que pueden llegar a ser los pulmones), y si pudiera mandarte alas para volar y recuperar esa gran sonrisa que se escapó cual globo de feria... lo haría. Habrá que buscar sonrisas nuevas :)

Sobre todo, cariño, que todo lo cura.

De postre, un cachito de película