domingo, 8 de agosto de 2010

Revolver



A sus años la vista ya le jugaba malas pasadas, y no podía saber la diferencia entre el final de sus agrietados dedos y el principio de esa pluma que con tanto celo guardaba. Su pulso, otrora firme y galopante sobre cualquier tipo de papel, amenazaba con jugarle alguna mala pasada y emborronar la fluidez; el devenir de la prosa, haciendo naufragar el mar de tinta que se disponía a navegar siguiendo la derrota al infinito.

Una pausa para inspirar hondo, con los ojos cerrados para no sentir ese vértigo acechante que aguarda para tratar de evitar que se precipite por el acantilado que lleva al mar de las ideas... y se dejó caer, empapándose así de nuevos pensamientos, energías renovadas y mil sonrisas de esas que nunca habían brillado así.

Tanto tiempo sin sentirlo, sin dejar que todas las palabras se ordenen en una vuelta de tuerca más, que cuando empezó no logró parar, sino que siguió plasmando imaginación sobre el papel hasta el fin de sus días, sin dejar ni una sola gota de inspiración en ninguna de las fuentes de inspiración conocidas.

Afortunadamente, la tinta se le acabó pronto y muy poco fue grabado en papel... con lo que aún queda algo de inspiración para nosotros, de esa que nadie ha leído jamás.

PD No es lo mismo revolver que revólver.

4 comentarios:

kel dijo...

Para los maños es révólvér, así que a mi me suena igual :P
Me alegra que deje algo de inspiración para que tu escribas.

Pugliesino dijo...

La inspiración es siempre la última bala que mata al tiempo muerto :)

Músicas inmortales!

Un abrazo quillo!

Vergónides de Coock dijo...

Mira tú, desconocía lo de los revolveres, pensé que eran lo mismo; siempre se aprende algo nuevo cada día. Suerte.

Metalsaurio dijo...

Vaya, juraría que había comentado, pero veo que no.

Pues sí, afortunadamente queda inspiración para los demás :)

UN saludo.