Hipocresía

Hace unas semanas hemos asistido a la bochornosa persecución de una adolescente musulmana en Madrid por asistir a clase con un pañuelo en la cabeza, ya que las normas del centro de una noche a otra mediado Abril decide que no se puede. Muchos argumentos ha habido: hay que acatar las normas del centro para dar una educación, el estado aconfesional, etc. En cualquier caso, el de la disputa que ha habido no es el tema que quiero poner sobre la mesa. Es que, a 14 de Mayo, con motivo de la víspera de SAN Isidro, se insta a los alumnos a que vayan vestidos con trajes regionales; gracias al cual TODAS las niñas llevan la cabeza cubierta con un pañuelo. Y a nadie le ha parecido mal. Podría también hablar sobre el chotis, ese baile típico donde el chulo se queda quieto mirando cómo es ella la que realiza todo el baile a su alrededor, con la barbilla bien alta. Un claro ejemplo de la educación en materias de igualdad y solidaridad.

Pero eso no lo critica nadie, porque es tradición (como los toros, vamos); pero las tradiciones ajenas sí que se critican y prohiben.