De paseo

Nunca me aventuré por este camino, así que, por una vez iré a ver qué hay. Igual aparece algún árbol distinto, traído de muy lejos, que nadie sabe cómo ha crecido entre tanto arce. A lo mejor aparece un rescoldo en el río donde se puede ver algún pez que salta para saludar, aunque estés en los pocos metros cuadrados de arena que hay en la vereda. Puede que encuentres una casa de chocolate, como aquella que contaban en los cuentos; o una torre llena de magos estudiando en su (hasta entonces) invisible Universidad. En realidad no lo sé, pero en la fantasía puede aparecer una avanzadilla animal, y acercarse no a buscar comida sino a decirme que estamos locos, que volvamos a la naturaleza y la felicidad instintiva; dejando de lado ese sistema de avaricia y acaparamiento, rompamos las cadenas, dejemos la esclavitud en ese lugar de donde nunca debió sacarse y volvamos a disfrutar con la sencillez de respirar aire puro. Quizás aparezca un OVNI en el que escapan los últimos extraterrestres que estaban de incógnito entre nosotros, huyendo de la barbarie sin sentido a la que nos sometemos cada día. También... podría suceder que te encuentras con el amor de tu vida, en el claro del bosque, y has estado perdiendo la oportunidad todas esas veces que has ignorado ese camino.

O, por otro lado, puede que no pase nada. Pero eso sólo se averigua cuando se va al camino que nunca recorriste.