domingo, 14 de octubre de 2007

El Monte Real

A ritmo de Barricada, como hace años, y enfrascado en esa nostalgia de domingo al volver de viaje y preparándome para volver al trabajo, me decido a seguir resucitando este blog.

No deja de ser interesante el nombre de Montreal para una ciudad como esta, que viene de la colonización por parte de los franceses ya convertidos en república. Igual pretendían mandar aquí a los hijos bastardos de Luis XVI, que tiene seis meses o más de temperaturas extremas.

Ha sido un viaje bastante interesante, a diferencia de la visita de Marzo, no había nieve ni temperatura que le diera lugar, lo que abría un campo infinito de posibilidades como ¡¡¡patear!!! Nos hemos pateado Montreal de arriba a abajo (es una ciudad en cuesta moderada, como todas las ciudades situadas en la vereda de un río), visitando muchos de los sitios que ya había visto entonces. Sin las prisas que dan la sensación de congelarse los pies, la ciudad resulta más acogedora y bonita. Mucha gente que habla español, aunque el idioma local es el francés... muy europeo el lugar. Tranquilizador. Una bocanada de aire urbano necesaria para un neorrural como yo, aún no del todo adaptado a vivir entre las vacas. Todo tranquilo. Todo apacible, amable, y completamente sereno... una paz, una tranquilidad de salir de la rutina dos dias y medio, que bien lo merece.

La compañía, excepcional.

La foto, para los saconitas ;)

2 comentarios:

Irving el navegante dijo...

Define a la compañía campeón que nos dejas en ascuas

Reithor dijo...

la compañía en esta saga fue Javi, de Alcalá de Henares, investigador excepcional; Ward de Hong Kong, investigador compulsivo; y Christy también de Hong Kong, muchacha con el éxito rezumando en su cuerpo...