viernes, 12 de febrero de 2010

Si alguna vez...

Si alguna vez leíste, miraste, reíste, lloraste, te emocionaste, te intrigaste o se te removió algo por dentro con algo de todo lo escrito en este blog, esta entrada va por ti; ya que sin eso no tendría sentido escribir nada.

Ha pasado bastante tiempo desde que actualizaba tres o cuatro veces por semana, será que entonces tenía mucho más tiempo por aquello de estar exiliado y hoy por hoy, justo al contrario, tengo de todo menos tiempo. Tanto que ni siquiera he echado de menos escribir, posiblemente porque no he hecho otra cosa en estos meses cuando he estado frente a un ordenador, pero bueno, esa época ya ha pasado y es posible que las ganas de escribir vuelvan.

De momento, dejo aquí un cuento que traté de recitar el cinco de febrero en la boda de mi primo.

Ellos son los indios que viven en su isla fluvial, despreocupados de separar dos países que prácticamente ocupan un continente entero. Me contaron una historia tradicional que se ha transmitido durante siglos de padre a hijo, de madre a hija, el día antes de su unión. Por separado les cuentan cómo, desde el comienzo de los tiempos, el sol ha querido unirse para siempre con la luna. La luna, tan exigente como blanca, le dejó escrito en el lago el secreto para conquistarla, y le dijo al sol que para conseguirla tendría que demostrarle que su amor por ella iba más allá que ningún otro amor. El sol, consciente de que los indios eran capaces de amarse entre ellos como nadie más en todo el universo, desistió de perseguir a la irritante luna, hinchándose en sus propios rayos e iluminándolo todo. Esto le agotaba a las pocas horas y se echaba a dormir. En ese momento la luna aprovechaba para salir y, con su luz tenue, volver a iluminar ese lago donde se encerraba su secreto, y que sólo se podía leer con su tenue luz nocturna. Y fue el primer Akwesasne quien descubrió el secreto de la luna en una noche de caza, y a partir de entonces, dando gracias a la luna, fueron capaces de compartir ese amor con sus mujeres, el que les hace disfrutar de la vida en cada momento.

Ese secreto lo narran a diario el día y la noche, y es que no puedes dejar que tu propia luz te impida ver los detalles que refleja tu amor.

4 comentarios:

Neus dijo...

Me encantó :D


Que vuelva Marcos! Que vuelva Marcos!!


Miss u ^^

Pugliesino dijo...

¡Bienvenido quillo!

Precioso cuento y trataste no, que seguro lo leíste genial.

Y además es que retornas con el All star :) Eres un crack!

Reithor dijo...

Gracias :) Este finde, como no me seleccionaron para el all star, estoy de vacaciones de basket.

Un saludo

MaríaCristina dijo...

te has hecho esperar, pero vaya retorno...m'a'ncantao!!!

un saludito!