martes, 6 de octubre de 2009

Y sin embargo...




... Joaquín Sabina se encarga de describir en esta canción cómo el Gobierno trata a la Ciencia, Investigación y Desarrollo. Muchas palabras, bonitos gestos, bandera en los "mitins" (meetings, será). Sin I+D se está condenado al ostracismo, al medievo, al hambre, al paro, a la eterna mediocridad que se ceba con España desde 1570 aproximadamente. Yo creía que en 1965 habíamos tocado fondo, pero ya se ve que el primer vendaval nos devuelve al fango. Se ve a la I+D como la única salida del hoyo, la única vía de estar en el primer nivel mundial. Pero esa fidelidad y confianza se ve traicionada constantemente, cada día, a través de recortes presupuestarios; los más grandes de todos los recortes que se van a hacer. Muchas palabras... puñalada. Y los que "son" la I+D, todos los que dedican su vida a investigar, queriendo hacer un mundo mejor para todos, sienten cómo esa lágrima se escapa por la mejilla, como cuando te venden entre sedas la cruda realidad de que te han toreado y te han dejado vendido; hasta tus migajas te están quitando.

Así nos sentimos.

Volvamos a los vasos Duralex, el seiscientos, y el preparar tapas asequibles en hoteles a saldo para los alemanes, suecos y noruegos que sí invierten en I+D, no sea que se vayan a Croacia.

Y sin embargo

De sobras sabes que eres la primera,


que no miento si juro que daría


por ti la vida entera,


por ti la vida entera;


y, sin embargo, un rato, cada día,


ya ves, te engañaría


con cualquiera,


te cambiaría por cualquiera.

Ni tan arrepentido ni encantado


de haberme conocido, lo confieso.


Tú que tanto has besado


tú que me has enseñado,


sabes mejor que yo que hasta los huesos


sólo calan los besos


que no has dado,


los labios del pecado.

Porque una casa sin ti es una emboscada,


el pasillo de un tren de madrugada,


un laberinto


sin luz ni vino tinto,


un velo de alquitrán en la mirada.

Y me envenenan los besos que voy dando


y, sin embargo, cuando


duermo sin ti contigo sueño,


y con todas si duermes a mi lado,


y si te vas me voy por los tejados


como un gato sin dueño


perdido en el pañuelo de amargura


que empaña sin mancharla tu hermosura.

No debería contarlo y, sin embargo,


cuando pido la llave de un hotel


y a media noche encargo


un buen champán francés


y cena con velitas para dos,


siempre es con otra, amor,


nunca contigo,


bien sabes lo que digo.

Porque una casa sin ti es una oficina,


un teléfono ardiendo en la cabina,


una palmera


en el museo de cera,


un éxodo de oscuras golondrinas.

Y cuando vuelves hay fiesta


en la cocina


y bailes sin orquesta


y ramos de rosas con espinas,


pero dos no es igual que uno más uno


y el lunes al café del desayuno


vuelve la guerra fría


y al cielo de tu boca el purgatorio


y al dormitorio


el pan de cada día.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya comenté el otro post, y me parece incongruente que quieran poner límites a la investigación... ¡es tan necesario avanzar!

Y me gusta esta canción, gracias por recordármela, ahora ya sabemos qué tararearé hoy, jejeje