domingo, 21 de diciembre de 2008

En casa



cuatro días en casa, sin parar. El viaje sufrió unos ligeros retrasos (dignos de comedia de Woody Allen) sin importancia para como suelen ser los saltos transatlánticos. Una vez aquí, fiestas navideñas sin parar: en el instituto (partido de futbol, comilona y musiquilla con copas), visitas varias por Madrid para que Ward conozca un poco esta ciudad, ver a la familia, y dormir poco. Aunque a veces agobie, da lo mismo, estando en casa todo es diferente. Mirar el teléfono y tener una agenda tan grande y tanta gente a quien llamar está muy bien, no nos vamos a engañar. Y a quienes me habéis llamado, muchas gracias, un detallazo.

Recuperación gastronómica: JAMÓN 5J, chuletón argentino, dulce de leche, cocido madrileño, fabada, queso con sabor a queso, turrones y mazapanes... y esto acaba de empezar. Menos mal que las puertas del gimnasio en Potsdam son dobles.

6 comentarios:

Cuchufletas en Vinagre dijo...

Y no te olvides de los "putos" y los "mamones".

Neus dijo...

Qué suerteeeeeeeee!!!

Un beso desde no tan lejos como lo demás días :)

Reithor dijo...

pues si, y esto acaba de empezar... ya tengo dni, mañana visado para el tercer año de exilio, y tras la navidad llega lo mejor :)

Cuchufletas en Vinagre dijo...

Dile a lo mejor que un abrazote de mi parte, aunque no nos conozcamos

Derrilyn dijo...

Feliz año para ti también, desde la sierra de Madrid.

Reithor dijo...

necromanciaaaaaaaaaaaaa

feliz año :)