Quizás por la película de Superman, o tal vez porque es una de las mayores limitaciones que físicamente tenemos los seres humanos, asociamos soñar con volar demasiadas veces. Será porque en los sueños nada está limitado, todo es posible, y todos los "y si..." que nos atan los pies a la tierra desaparecen, quedando en evidencia lo ficticios que son en ese mundo, y se vuela. Se vuela soñando, se vuela con la imaginación reinando en nuestro cerebro mientras éste descansa de realidad; esa imaginación que permitía volar a Peter Pan y que, cuando crecemos, perdemos. Aunque se pueda recuperar. Lo más parecido que ha conseguido el ser humano a volar es un avión. Los aviones vuelan, está claro, y las personas que van dentro también... aunque me da que no es lo mismo; nunca será exactamente lo mismo que poder aletear y despegarse del suelo como hacen casi todas las aves. Así que habrá que conformarse con seguir soñando con volar, al menos la imaginación y los sueños nos permiten alcanzar todo aquello que nos está vedado en el plano físico. ¿Suficiente compensación? Depende de cuán inconformista sea cada cual.
Lo paradójico de todo esto es que el mejor de los sueños comenzó en un aeropuerto para tener dos semanas de ensueño, en las que volar se quedaría corto cuando se trata de describirlo. Y el sueño me escupió a la realidad en el mismo aeropuerto tras el tiempo que duró. Desde donde intentamos volar, desde ahí comienzan los mejores sueños cuando recibes esa visita que va a barrer tu soledad; y allí también acaban los mejores sueños, cuando la visita termina.
Vuelve a ser tiempo de bajar sueños a la tierra, y que, por una vez, dejen de escapar (que ya está bien).
Lo paradójico de todo esto es que el mejor de los sueños comenzó en un aeropuerto para tener dos semanas de ensueño, en las que volar se quedaría corto cuando se trata de describirlo. Y el sueño me escupió a la realidad en el mismo aeropuerto tras el tiempo que duró. Desde donde intentamos volar, desde ahí comienzan los mejores sueños cuando recibes esa visita que va a barrer tu soledad; y allí también acaban los mejores sueños, cuando la visita termina.
Vuelve a ser tiempo de bajar sueños a la tierra, y que, por una vez, dejen de escapar (que ya está bien).
3 comentarios:
De acuerdo, promo de tu libro en el próximo post! jejeje
buenas marcossss!!!!
da gusto saber que has estado desaparecido por este tipo de motivos...seguramente se te habrá hecho corto.
un besazo loko
pues si... seguro que las dos semanas de visita comparadas con las dos que me quedan para coger vacaciones, no duran lo mismo.
Venga, luces navideñas, porrones de gente comprando y gastando, y a inflarse a comer :D ¿crisis?
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