miércoles, 23 de julio de 2008

Sombras de Luz



"Traté de levantarme de la silla, pero me fallaron las fuerzas. La incredulidad, desintegrada con cada palabra de esas que caen a golpe de martillo, quedó a merced de cualquier fregona; dejando un vacío asfixiante. Al volver a intentarlo me hallé en pié, entre mareos, necesitando el aire que me acababan de arrebatar de los pulmones, tras escurrirlos como si fuera la fregona necesaria para limpiar esa incredulidad que todo lo volvía de colores, que empujaba a un día a día mejor, que le daba sentido a todas las veces que apagué el interruptor. Pero ahí yacía, entre mis piernas, tan lejano como el suelo, como cristales rotos, como el orín de un prepubescente asustado..."

Rápidamente cerré este libro por deprimente y resaltar tanto esas cualidades negativas con las que mejor lidiar cuando merezca la pena. Mejor reabrirlo y terminarlo si algún día se tercia. Había creido que tal vez, al abrirlo, podía ser el momento; pero al releerlo, repasarlo y recordarlo supe que no, que aún no había llegado su tiempo y otras historias pendientes, antes que retomar esta, se merecen más atención y cariño. Qué difícil es tratar de alcanzar la perfección, tener éxito profesional, encontrar esos hobbies que alimentan el ego, encontrar todo el reconocimiento social que tanto faltó hace años, verse rodeado de actividades y posibilidades... y dejar que, por haber crecido tanto, esa persona a quien crees querer se te pierda entre tu propia sombra, muerto de frío por no recibir el sol.

No, gracias. Disfruto más al aparcar la vida fuera de casa y disfrutar, día a día, ladrillo a ladrillo, de lo que construyes a pachas con alguien que, con solo una mirada, le pone alas a tu alma, forma a tus sueños y nombres a los momentos compartidos. Empieza por preguntar: ¿Cómo estás?

6 comentarios:

Neus dijo...

Si se pregunta de verdad es la pregunta más bonita del mundo. Mirar a la otra persona y ver en sus ojos que espera tu respuesta, que le importa lo que dirás.

Pero si se pregunta por preguntar... duele...


*La persona a quien quieres creer...* Cuántas veces nos pasa algo así?

Reithor dijo...

mmm ahora que lo miro, me autoacuso de dislexia :) Ahí debería poner "a quien crees querer". Fe de erratas!!!

Por otro lado, estoy de acuerdo, para preguntar por quedar bien y no esperar más que un "bien" para volver a tu nube... mejor callar.

Un besote!

Unknown dijo...

Sí, si, esa novela parece terrible y deprimente. Pásate as una de amor y lujo, siempre es lo mejor.
Besos

Reithor dijo...

el lujo suele estar reñido con la austeridad inherente de la ciencia, pero se hará lo que se pueda :)

MaríaCristina dijo...

rehola loko!!!

cómo estamos!!!y no es una pregunta...tampoco es tan grabe lo de preg por cortesía, es un modus operandi y cada cual sabe quién pregunta y quién espera recibir el bien y tú?...cosas del comportamiento humano, nada del otro mundo...

al final estoy liando a la gente para subirnos a dormir allí el día de la lluvia de estrellas...porque para ir al pueblo de alguno con casa etc paso que al final seguro que acabamos yendo al de mi padre y ese ya me lo conozco demasiado...tb es muy chulo pero prefiero un sitio neutro...a ver si consigo movilizar a esta panda de apalancados...

por cierto, qué palabra es la que podría entrar en el grupo de prohibidas...es para no volverlo a hacer...o sí

weno de momento desde hoy toca puente con madrileños de los del ejque...a ver si llega ya el dichoso autobus y nos vamos que está semana no hay quién pare por aquí...cómo me gustan en verano las casas de los pueblos de muros de metro

a ver si te gusta No Te Va a Gustar...

bss y cuidate

Reithor dijo...

holaaaa

Los notevaagustar bueno, un poco tranquilitos pero bien. Aprobados ;)

La palabra prohibida es la de canciones prohibidas, conciertodeextremoduro en concreto. Es una de mis lagunas pendientes, así son las cosas cuando uno se pasa media vida fuera de casa. Pero como han vuelto, quien sabe, igual algún día.

Esa lluvia de estrellas merece un relato :) A los del ejque... somos una plaga!!! ¿Ejque no lo sabéis aún? Pero tampoco somos tan malos, que luego no nos quieren en ningún lado. Salvo en Torrevieja.

¡Un besote!