Hoy me he dado cuenta que no es más miserable el que no tiene nada, sino el que, sin haberlo tenido, de repente se encuentra con que algo ha conseguido. Cuanta razón tenía mi gran amigo JM con uno de sus mil refranes castizos "ni pidas a quien pidió, ni sirvas a quien sirvió". Desde este momento, de cualquier corazón rojo salen chorros de tinta, esta vez negra, impregnando de su color, y de ese olor a carroña calcinada, llevando a morder no a la mano que te dio de comer sino a la que te sacó de la mediocridad. De repente, barreras, murallas, muros, frialdad, desdén, desprecio, falta de reconocimiento.
Se puede ir de buenas por la vida, pero hay un límite, siempre hay un mínimo que defender con la vida porque... por debajo de ese umbral... no merece la pena vivir. Así que antes de siquiera acercarse a dicho límite, a las armas.
Y ya se sabe, contra la tinta, palabras.
2 comentarios:
a las barricadas...reithor llamando a armas...joder, cómo estamos de jodidos...
no te hagas mala sangre que nunca vale la pena...
estoy pseudodesaparecida...es lo que tiene la puñetera wii del cumpleaños de mi hermana...menuda viciada tenemos...mi madre nos ha llamado por teléfono hace un rato para decirnos que no nos peleemos...se cree que todavía tenemos 15 años...aunque en estos momentos lo parecemos...
bueno loko, a pasar bueno verano
muchos bss
el verano en Potsdamned no existe, o se ha acabado ya en esos cuatro días de sol que tuvimos. A disfrutar la Wii esa, ahora para terminar de cambiar roles quiero una Barbie :P
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