Completando

Un domingo acaba la semana, aunque hoy toca soleado y caluroso, pero toca acabar. Acabar etapas, para empezar otras.


Hay quien compara la vida con un río, que acaba en el mar, donde una playa con un muro tiene su significado intrínseco. Y hoy toca sentir cómo ese sólido dos que me ha acompañado durante diez años, se transforma en arena, y entre los dedos escapa hasta juntarse, haciéndose imposible de distinguir, del resto de la arena de mi playa personal (esa que siempre asemejo con Loureiro). Se marcha para siempre, dejando atrás el desorden de quien marcha con prisas: los recuerdos, fotografías, momentos, locuras; esos intentos de mostrarte ya como maduro y adulto de los que se podría decir que fracasaron. Esos intentos no salieron como imaginaste que saldrían pero te han llevado a que, al desenterrar de la arena un tres reluciente y brillante, lo cojas de manera distinta a como cogiste aquel dos, diez años atrás. Uno ya no quiere comerse el mundo, basta con no renunciar a tu parte.

Así que toca cerrar capítulo, pasar una página, y abrir el siguiente libro, en blanco, y escribirlo día a día, aprovechando todo el trasfondo escrito en el tomo anterior para llegar a lo más alto. Que, para cada cual, lo más alto es diferente. Es sólo un dia más, vale, pero si no se piensa que las cosas tienen su punto especial, mejor no vivir, se acaba todo y no has disfrutado de nada.

Toca vivir... Seguir viviendo, más y mejor.